La joyería es un proceso cultural de todas las civilizaciones y que con el tiempo ha tenido un valor simbólico que ha pasado de generación en generación y se ha adaptado a las nuevas tendencias al paso del tiempo.
Broche de Horus de la tumba de Tutankhamun – Museo Egipcio del Cairo (Egipto)
Par de Aretes descubiertos en El Valle de los Reyes – Egipto
Quienes iniciaron con mas fuerza este arte fueron los egipcios en el 3000 a.C. fabricando joyas de oro, plata y cobre, generalmente creadas para las personas con mayor riqueza y estatus en la sociedad representando los poderes de los Dioses. Junto con los metales, colocaban piedras preciosas como el lapislázuli, el jade y el rubí.
Brazalete Helenistico con nudo de Heracles – Smuchmuckmuseum Pforzeim (Alemania)
Posteriormente los griegos iniciaron a engastar gemas en sus joyas, creando piezas coloridas y llenas de vida con amatistas, perlas y esmeraldas. Aunque en esta parte del mundo también representaba riqueza, eran usadas por mujeres generalmente en eventos y apariciones públicas.
Collar Oro y Agata del siglo II a.C. – Museo Capitolino Roma (Italia)
Cuando los romanos decidieron hacer sus propias creaciones, tomaron el control con piezas ostentosas que resultaron ser amadas por las mujeres en Europa como los broches para el cabello y anillos para los dos géneros. Después, con el paso de los años, se empezaron a fabricar collares, aretes, brazaletes, entre otros.
Corona del Emperador del Sacro imperio Romano Carlo Magno – Palacio Imperial de Hofburg Viena (Austria): gemas incrustadas y no talladas (aun no se conocían las técnica de talla en facetas), sobre una base octagonal en oro.
Durante el renacimiento la joyería tuvo una rápida evolución, innovando este arte con nuevas técnicas como la talla de gemas, el esmaltado, el grabado y la filigrana. Debido al floreciente comercio, perlas y piedras preciosas de gran tamaño estaban disponibles y simbolizaban el poder, el linaje y la riqueza. Las joyas de elevada complejidad técnica eran codiciadas por las monarquias europeas y a menudo hacían parte de la dote matrimonial.
Saliera – Kunst Historishes Museum – Viena (Austria)
Durante la colonia, la eucaristía era el acto solemne más importante en la vida cotidiana de los Españoles en el nuevo mundo. El cáliz representaba la materialidad de la fe y un instrumento de evangelización por lo que las magnificas custodias cumplían el objetivo de alojar la ostia para poderla exhibir públicamente.
Custodia de la Iglesia de San Ignacio (La Lechuga) – Arte Colonial Barroco – Banco de la República (Colombia)
