Guia de Diamantes

Paradójicamente el único elemento que constituye el diamante (el material más duro existente en la tierra — 1 en la escala de dureza de Mohs —) es el carbono, que es el mismo único elemento que compone el grafito (el suave material con el cual traza un lápiz). La diferencia entre diamante y grafito es la manera en la cual el carbono se “une” en una estructura más compleja; en el caso del diamante que se crea en el mantel de la tierra, el carbono bajo altísima presión y temperatura se “funde” en una estructura cristalina rígida que le regala las características que todos conocemos.

Dependiendo de la “perfección” del proceso de creación de los diamantes, sus “defectos” le permiten de tener colores que arrancan por el negro hasta llegar al incoloro que todos conocemos, pasando para el café y el gris. Si en el proceso van a intervenir otros elementos se pueden obtener diamantes “fancy”, que pueden ser amarillos, rojos, azules entre otros. Las zonas mineras más importantes están ubicadas donde el mantel de la tierra es “más cerca” a la superficie, es decir, a los polos, entonces Alaska, Norte de Canadá, Siberia; el Polo Norte, y Sudáfrica, Australia del Sur y la Tierra de Fuego por el Polo Sur.